En latinoamérica los años 60,70 y 80 sería
también la época de mayor auge de la canción protesta, con artistas en Argentina como Nacha Guevara, Mercedes Sosa, León Gieco, Manuel Monestel o Ignacio Copani. En Uruguay también el famoso Canto Popular con
artistas uruguayos como Alfredo Zitarrosa, Daniel Viglietti, Anibal Sampayo, Tabare Etcheverry, Numa Moraes, Los Olimareños, Los Zucará, Pablo Estramín entre otros. En Chile surgirá el
movimiento de la Nueva Canción Chilena,
con Víctor Jara, Violeta Parra, Isabel Parra, Ángel Parra, Inti Illimani, Quilapayún, Sol y Lluvia, entre otros. Estos movimientos de canción
protesta tendrán posteriormente una influencia decisiva en algunos de los
intérpretes de canción protesta en España.
En ocasiones algunos de estos cantantes estarán directamente ligados a
partidos políticos, llegando a asumir casi el papel de "cantante
oficial" del partido; tal es el caso de Alí Primera (ligado al Partido Comunista de Venezuela)
o Víctor Jara (ligado al Partido Comunista de Chile).
En Cuba Carlos Puebla, Pablo Milanés y Silvio Rodríguez harán
canción de corte propagandístico de la Revolución Cubana, y ya en
los años 80, Carlos Mejía Godoy hará
lo mismo con la Revolución Sandinista en Nicaragua.
En la década de los 70 la Canción Protesta tuvo un papel muy importante
en Puerto Rico. La mayoría de los cantautores se dedicaban a criticar y a
promulgar el disgusto que había en la isla con el gobierno de los Estados
Unidos. Esta música fue ligada en esta época a los grupos y partidos que favorecian
de la independencia de Puerto Rico.
La Canción Protesta en este país había sido influenciada por
cantautores, cubanos, españoles y estadounidenses, entre otros. Uno de los
precursores de la Canción Protesta en Puerto Rico es Noel Hernández, un músico autodidacta
que con su voz y guitarra en mano, logró expresar su disgusto y dolor por la
situación colonial que se vive en la isla. Algunas de sus composiciones son,
Guerrillero Guerrillero y Cinco Hermanos Presos. En la actualidad la Canción
Protesta se ha convertido es un método para expresar el sentir de la juventud
en contra del sistema en el que viven, pero no hay la persecución política que
había en la década de los 70.
Del mismo modo, en la década de los 80 aparecerá en Latinoamérica la
banda musical chilena Los Prisioneros, cuyas canciones de protesta se convertirían
en un referente obligado de los movimientos anti-dictatoriales (sobre todo en
su país, cuyo gobierno era encabezado por el general Augusto Pinochet).
Mientras tanto, a partir de los 90 aparecerían bandas como Los Tigres del Norte, Molotov, Manu Chao, y Mano Negra, cuyas canciones de protesta representarían a una
gran cantidad de gente, hasta el día de hoy.